Potato Arena   8 comments

Hoy me van a permitir que les cuente mi vida. No toda, no se me asusten, tan solo una nimia e insignificante parte de la misma: mi vida con Orange Arena, concretamente. Y ni siquiera me remontaré a mi desesperación de hace dos, tres o cuatro años (¿recuerdan aquella promoción, en tus manos el destino de poder cambiar la historia, porque la verdadera victoria es no perderte ni un partido?), ni siquiera me remontaré a aquel insoportable bucle que a veces sucedía en la pasada temporada (pinchas en ver, te pide que saques entrada, sacas tu entrada, pinchas en ver, te pide que saques entrada, sacas tu entrada, pinchas en ver, te pide que…); es más, ni siquiera me remontaré al caos del partido exclusivo OA en la primera jornada de este año, ni siquiera me remontaré a lo sucedido hace apenas una semana cuando tuvimos que sacrificar el primer cuarto y mitad y andar a saltos en todo lo demás porque al parecer éramos demasiados e hicimos petar la instalación, hay que ver cómo somos, qué desfachatez la nuestra, pretender ver baloncesto todos a la vez porque da la casualidad de que hay cinco partidos (a cual mejor) jugándose todos a la vez. No, no me remontaré a nada de eso (aunque ya lo esté haciendo), no me hace falta: con contarles mi experiencia de este pasado fin de semana será más que suficiente.

bilbao-granca

Este pasado fin de semana no estuve en casa. Aprovechando el minipuente de Todos los Santos (o de Jálogüin, que decimos ahora) me escapé a oxigenarme un poco por la costa cántabra, que buena falta me hacía. Lo cual, en lo tocante a esta historia que les cuento, tiene dos consecuencias fundamentales: 1) que en tales circunstancias no puedo ver partidos en directo porque casi siempre me pillan caminando por la playa, o recorriendo algún monte cercano, o dando buena cuenta de una ración de rabas en cualquier lugar selecto (terrible sacrificio el mío, sí); y 2) que mi conexión a Internet no es que sea mala pero tampoco es para tirar cohetes, nada que ver con la que habitualmente disfruto en casa: puede que alguna vez se me pare algún directo y puede que algún vídeo se me descargue más despacio que de costumbre, pero por lo general me permite salir del paso. Dicho lo cual…

Noche del sábado 2 de noviembre: mi señora y mi hijo eligen quedarse ante el televisor contemplando las correrías de un sexagenario Indiana Jones en pos de la calavera de cristal, yo en cambio opto por escaparme a otro rincón con mi portátil con la ¿sana? intención de ver el Estudiantes-UCAM Murcia. Accedo a Orange Arena, compruebo que ahí está mi entrada previamente reservada para la ocasión, voy a los diferidos, pincho en el Estu-Murcia y de inmediato la pantalla me muestra un pabellón que no parece Palacio sino Fonteta, de cuyo techo cuelga además (para que no haya dudas) una enorme escarapela naranja en la que se lee Cultura del Esfuerzo. Habré pinchado mal, tonto estoy. Salgo y vuelvo a pinchar, vuelve a aparecer la Fonteta ergo no debo ser yo (o no sólo yo) el que está tonto. Siguiente reflexión por mi parte, si pinchando el Estu-Murcia aparece el Valencia-Valladolid, igual pinchando el Valencia-Valladolid aparece el Estu-Murcia… Pues tampoco. Pinchando el Valencia-Valladolid aparece el Valencia-Valladolid, parece lógico. Nuevo intento en el Estu-Murcia (ya van tres), más Fonteta… pero esta vez decido esperar a ver qué pasa. Pasa que tras diez minutos de ver a valencianos y pucelanos calentando la imagen pega un brinco y nos muestra por fin a estudiantiles y murcianos calentando, la cosa marcha por fin, si ya además consiguen que la narración de OA deje de solaparse con la de Popular TV Murcia puede que hasta consigamos ver el partido en condiciones. Dicho y hecho, por fin todo va bien (todo excepto el Estu, pero esa es otra historia), qué más podría pasar… Pues que a falta de 3:44 para el final del tercer cuarto, 33-50 en el marcador, el vídeo se pare definitivamente. Yo en mi tierna ingenuidad pienso que la culpa es de mi conexión, que bastará con dejar pasar unos minutos, dar tiempo a que se recargue… Pues tampoco. Pincho adelante y atrás, atrás me deja ir a donde yo quiera pero adelante no hay manera, haga lo que haga el vídeo se para siempre exactamente en ese mismo punto. Mi hijo (con la sabiduría tecnológica que le caracteriza) me sugiere que recargue la página, de entrada me resisto porque pienso que me tocará otra vez empezar a ver el partido desde el principio, finalmente lo hago… y aquello se muere definitivamente. Toda la pantalla en blanco, con un minúsculo letrero de Orange Arena en su parte central. Habría petado, o estaría en tareas de mantenimiento (lo que para el caso viene a ser lo mismo). Ya son casi las dos de la madrugada, vámonos a la cama, mañana será otro día…

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Domingo 3 de noviembre: inasequible al desaliento, decido intentar ver el final del Estu-Murcia mientras desayuno. La buena noticia es que se ve (ya incluso sin la introducción del Valencia-Valladolid), la mala es que me obliga a empezar de nuevo desde el principio, la peor es que a los pocos minutos se para definitivamente, esta vez ni siquiera pasa del primer cuarto. Lo dejo por imposible, me paso al Cajasol-Baskonia, de entrada me aguanta un poco más pero no tardará en llegar el momento en que también se cuelgue sin remedio. ¿Será mi conexión? Curiosamente esa misma conexión sí me permite irme a una web de descargas, bajarme el partido sin problema alguno y acabar de ver por fin la paliza de los de Aíto a los de Scariolo desde donde la había dejado, sin más contratiempos que el tener que alargar la hora del desayuno hasta mucho más allá de lo razonable. Será que mi conexión se ha vuelto muy selectiva y funciona bien para unas cosas pero mal para otras, o será quizá que Orange Arena se ha vuelto extremadamente sensible… En fin, por ahora se me ha acabado el baloncesto, los directos ni catarlos pero seguro que esta noche ya de vuelta en casa y con mi router wifi a tope me podré desquitar cumplidamente, eso pensaba yo entonces con mi natural ingenuidad…

toma2Once y pico de la noche, ya de vuelta en casa, ya todos los deberes domésticos hechos, ya de nuevo ante el ordenador. Acudo raudo y veloz a Orange Arena, ahí en la parte inferior de la pantalla están relacionados todos los diferidos sólo esperando a que yo los vea, ese Madrid-Bilbao, ese apetecible derby canario, ese Fuenla-Obra, incluso ese Estu-Murcia que seguro que ahora ya se cargará rápidamente y podré acabar de verlo sin problema, no tengo más que pinchar en uno cualquiera de ellos y empezar por fin a disfrutar… 

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Está bien, no tan deprisa, primero tengo que loguearme (terrible verbo), esto es así, una y otra vez te obligan a acceder sin que te guarden el acceso de una vez para otra (o será que soy muy torpe y no lo hago bien), mero trámite tan simple como engorroso. Dejo que la función de autocompletar me escriba la dirección de correo electrónico, tecleo mi password, pongo especial cuidado en no pinchar (por una vez) en la gigantesca casilla regístrate ya sino en la minúscula acceder (¿seré yo el único que se confunde de casilla cada dos por tres?), parece que acierto, accedo…

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Ya he accedido, ya Orange Arena me abruma con una sucesión de ofertas, alguna de ellas tan inquietante como ésta que pueden ver en la parte superior. Por desgracia no estoy ya a esas horas ni para penetraziones ni para sorpressas (y aún menos en Becerril de la Sierra), ya llegados a este punto lo único que pido es poder ver tal vez algún baloncesto antes de acostarme. Pero mi entrada (la que yo reservé puntualmente en Orange Arena para la ocasión) ha desaparecido, supuestamente ahora ya no tengo entrada reservada (¿por qué?), en cualquier caso no me asusto, para los diferidos no siempre se necesitó entrada, puede que ese sea el caso, seguro que si pincho en baloncesto ahí estarán todos los partidos esperándome…

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Y una leche. Si pincho en baloncesto me aparece una sucesión de recuadros con pelotas, para qué te lo vamos a poner fácil si es mucho más divertido que tengas que posicionarte encima de cada uno de ellos con el cursor para así averiguar de qué partido se trata. Voy de uno a otro, muevo el cursor de arriba a abajo, lo muevo de derecha a izquierda pero da igual, todo da lo mismo, todo lo que allí aparece es de la Jornada 3, lo más reciente es aquel Baskonia-Estu del domingo 27 de octubre por la tarde, de ahí para atrás todo lo que usted quiera, de ahí en adelante nada, pero nada en absoluto. ¿Pero cómo es posible, pero si en la home de la web (o como coño se llame) estaban todos los partidos de la jornada ahí relacionados, por qué aquí no? Vuelvo al inicio, ahí siguen estando… pero ahí ya no estoy yo, porque al volver a la página inicial me hace logout (o como coño se diga), me obliga a volver a loguearme, me logueo y vuelven a desaparecer, y en la pestaña de baloncesto vuelven a estar sólo los de la jornada anterior… ¿Me estaré volviendo loco (aún más si cabe)?

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Y además, yo tenía entrada. No siempre fue necesaria la entrada para los diferidos, pero es que resulta que yo SÍ la tenía. Y por si acaso pincho en ver tus entradas y ahí está, junto con las anteriores, justo debajo del rótulo de eventos ya disfrutados. ¿eventos ya disfrutados, dice usted? (Omitiré los calificativos que pasaron por mi mente justo en ese instante, dado el respeto que me merecen las madres de los responsables de la aplicación). Qué cachondo, eventos ya disfrutados dice… Es casi la una de la mañana, faltan menos de seis horas para que me suene el despertador, ha sido un día largo y duro (cinco horas y pico de volante incluidas), estoy cansado, está claro que ha llegado el momento de rendirme. Podría hacerlo citando a los clásicos (¡¡¡¡¡A la mieeerrrda!!!!!), pero ya no me quedan fuerzas, ni para eso siquiera…

Sé que lo mío no fue nada, sé que en directo hubo casos peores, no hace falta que me lo digan. Sé que el Madrid-Bilbao provocó un trasvase masivo de aficionados desde OA a la web de ETB, que entre no-ver el partido en tu idioma o tener que verlo en otro idioma está claro que optaron por la segunda opción. Sé que quienes perseveraron con OA acabaron viéndolo a trozos, como sé también que no siempre es así, que no tendría por qué ser necesariamente así, que incluso hay veces (raras veces) en las que funciona relativamente bien. Yo mismo volví a probar en la tarde del lunes 4 de noviembre y ahí estaban ya los diferidos de la jornada a mi entera disposición, y además esta vez era verdad que estaban a mi disposición (y sin necesidad de entrada de ninguna clase, oigan), que hasta pude ver con sólo día y medio de retraso el Madrid-Bilbao, el final del Barça-GBC, el Granca-Canarias… A buenas horas mangas verdes.

que es oa

No entiendo a la ACB (responsable última, por acción o por omisión), no entiendo que magníficos profesionales como Óscar Cuesta, Gerard Solé, Matías Castañón, Mario Gómez, tantos otros narradores o técnicos tengan que ver semana tras semana cómo buena parte de su trabajo se pierde sistemáticamente en el limbo. No entiendo a la ACB, pero aún menos entiendo a Orange. De verdad se lo digo, si no fuera de Orange (que no lo soy) pero estuviera pensando en cambiarme a Orange (que no lo estoy) les aseguro que me lo pensaría dos (y más) veces a la vista de cómo funciona su cacareada aplicación, esa que lleva su nombre y su imagen corporativa y que hasta dice estar powered by Orange para que no quede ninguna duda. ¿Qué confianza te puede merecer su línea de ADSL, su cobertura telefónica, su política tarifaria o su servicio de atención al cliente, cuando semana tras semana nos demuestran su probada incapacidad para hacer que esta plataforma funcione medianamente bien (y ya son años los que llevan con ella)? Si yo fuera su responsable de marketing (o similar) créanme que (además de caérseme la cara de vergüenza) haría todo lo que estuviera en mi mano para quitarle el nombre y hasta el color naranja a la aplicación, para que ésta dejara de representar una publicidad negativa para la empresa. ¿Quieren otro nombre? ¿Recuerdan que hubo un tiempo en que cuando a alguien le salía malo un aparato le decíamos vaya patata que te has comprado (no sé de dónde le viene tan mala fama a la patata, pero así era)? Ahí les dejo la idea, cambien de una vez por todas el cítrico por el tubérculo, rebauticen su aplicación como Potato Arena. Así ustedes dejarán de tirar por tierra la imagen de su compañía, y así nosotros sabremos exactamente (aún más si cabe) a qué atenernos.

Publicado noviembre 5, 2013 por zaid en ACB, medios

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8 Respuestas a “Potato Arena

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  1. Este fin de semana fue mi primera experiencia con el partido exclusivo. Me costó. Primero me pasaron un código, y llegar al punto donde había que introducirlo no diría que fue difícil, pero intuitivo desde luego que tampoco.

    Después mi novia recordó que tiene el modem USB de Orange. Ese que hace dos años que no usa, que tiene una tarifa de «pague lo que utilice» que hace que mes tras mes pague 0 €. Pero lo tiene. Así que intentó «loguearse» en Orange Arena. Allí estuvo sus buenos 10 minutos trabajando en ello (empezando por recuperar la contraseña, que no recordaba; no fue inmediato). Al final lo logró, y yo tendré todas las semanas mi pase al partido exclusivo y 5 invitaciones. Y sin estar pagando nada a Orange 😀

  2. Completamente de acuerdo Don Zaid, yo trate de ver la pasada semana el bruixa d’or barça…y a los 18 min de emision…colgado, lo probe varias veces…i a los 18 min…se quedaba parado.
    sin duda el Orange arena es una buena idea…mal realizada, no puede ser que sea tan complicado ver un partido, y no te digo nada de intentar ver un partido con el IPAd…en directo aun creo ves algo…pero en diferido…imposible

  3. Gracias Paulo. No, intuitivo no lo es en absoluto, ni eso ni casi nada en esa web. El mero hecho de que la casilla «regístrate ya» sea gigantesca y en cambio la casilla «acceder» (para quienes ya estamos registrados) sea minúscula y esté casi escondida, dice mucho de cuáles han sido los criterios (si es que ha habido alguno) a la hora de diseñar la página. A poco que pienses en aplicaciones similares (me estoy acordando ahora de la de ESPN3 para NCAA) descubres que esta joya no resiste ninguna comparación.

    Al menos te has asegurado el «exclusivo Orange Arena» (no lo diré muy alto, no vaya a ser que os lo quiten por falta de uso). Yo en las 2 primeras jornadas «mendigué» por Tuiter, por lo general no resulta difícil encontrar fologüers a los que les sobren invitaciones. Para la 1ª (Madrid-Valladolid) me enviaron una que no me llegó nunca (y aunque me hubiese llegado tampoco habría podido acceder), para la 2ª (CAI-Canarias) sí pude verlo sin problemas, las otras 2 tocó verlo en diferido y para eso (se supone que) no hace falta invitación. Pero aún me tocará «mendigar» unas cuantas veces más a lo largo de la temporada…

  4. Y gracias Jordi, veo que no soy el único al que se le cuelgan los diferidos (eso cuando los encuentras). Que se te cuelguen los directos ya es difícil de entender, pero que un partido en diferido se te quede parado en un punto concreto (no ya que no siga reproduciéndose sino que ni siquiera el vídeo siga descargándose) es sencillamente incomprensible. Como bien dices es una buena idea… pésimamente realizada. Cualquier aplicación de cualquier otra liga que se pueda ver por Internet les da cienmil vueltas. Y lo peor no es eso, lo peor es que no aprenden, que puede que el diseño sí se lo curren (tampoco mucho) pero el funcionamiento es peor a cada año que pasa. Ellos sabrán.

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  6. Solo te puedo decir que llevas toda la razón del mundo con lo del adsl de orange, es vergonzoso lo mal que pueden funcionar estos famosos servicios extras que en teoría te dan cuando contratas internet con ellos. Además, que queréis que os diga, hace unos meses tenían un precio que se acercaba al adsl mas barato, pero ahora están muy lejos de otros operadores más humildes pero más económicos.
    Casi es mejor buscarse el partido de baloncesto en una página online que intenar verlo con CHORRANGE… jejejej

  7. Pingback: LA LIGA DE LA MARMOTA | ZAID ARENA

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